Nuestras raíces

Para saber a dónde vamos, debemos saber de dónde venimos.

Situado entre el mar Mediterráneo y el emblemático enclave de la ermita de la Virgen de la Roca, acariciado por la brisa del mar y los susurros del aire de la montaña, se halla el pueblo pintoresco de Mont-roig del Camp. Como su nombre indica, es una tierra llena de matices rojos, rodeada de campos de olivos, que nos invita a saborear su fruto: el aceite de oliva virgen extra, elixir dorado que aporta a nuestra salud todos sus beneficios.

Olis Solé es una empresa familiar que, desde 1824 y durante cinco generaciones, ha elaborado este apreciado zumo de aceituna, transmitiendo de generación en generación los valores que nos ofrece nuestra tierra de olivos. La tierra que tanto amamos, mimamos y cuidamos para obtener un producto muy especial.

Olis Solé os ofrece lo mejor de nuestra amada tierra, llena de colores y matices, única en la comarca. Nuestro aceite de oliva virgen extra es la esencia de Mont-roig del Camp que, desde dentro de una botella, nos transmite todos sus aromas y sabores, llegando así a otros países del mundo a través de la ventana que nos abre la internacionalización.

Degustar nuestro aceite es cerrar los ojos y dejarse llevar por los aromas y sabores de nuestro singular paisaje. Éste paisaje fue fuente de inspiración para Joan Miró, uno de los grandes genios del arte catalán, y quedó plasmado en sus obras a través de los colores: el rojo de los matices de nuestra montaña, el azul del mar y del cielo mediterráneos, el verde de los campos de algarrobos y olivos y el amarillo de nuestra fuente de vida, el sol.

La calidad

El proceso

El equipo

El entorno